La impermeabilización de una nave industrial no es un trámite menor. Un pequeño fallo en la cubierta puede derivar en filtraciones, corrosión estructural, daños en maquinaria e incluso en la paralización de la actividad. Sin embargo, muchos propietarios o técnicos cometen errores que podrían evitarse con una correcta planificación y ejecución.
En este artículo te contamos los fallos más frecuentes en los trabajos de impermeabilización industrial y cómo evitarlos para proteger tu inversión.
1. Elegir el sistema incorrecto
No todas las cubiertas ni todas las condiciones requieren la misma solución. Hay quienes aplican una pintura de caucho o una tela asfáltica genérica sin tener en cuenta aspectos clave como:
- Tipo de superficie (hormigón, chapa metálica, panel sandwich…)
- Exposición solar, tránsito o humedad constante
- Pendiente de la cubierta y zonas de acumulación de agua
Solución: En Pinturas Herrera Industrial analizamos cada caso y recomendamos el sistema adecuado: membranas líquidas, poliuretano, láminas asfálticas, morteros técnicos o poliureas proyectadas. La clave es la personalización.
2. No preparar correctamente la superficie
Uno de los errores más graves —y más comunes— es aplicar el material impermeabilizante sobre superficies sucias, mal adheridas o con grietas activas. Esto provoca que la impermeabilización se despegue en poco tiempo, perdiendo su efectividad.
Solución: Antes de aplicar cualquier sistema, realizamos limpieza mecánica o química, reparación de fisuras y sellado de puntos críticos como juntas de dilatación, bajantes o encuentros con paramentos verticales.
3. Pensar que “más espesor = más protección”
Es tentador aplicar más cantidad de producto creyendo que así durará más. Pero en impermeabilización, el exceso puede ser tan perjudicial como el defecto: se generan bolsas, grietas o zonas con diferente elasticidad.
Solución: Aplicamos siempre el espesor recomendado por el fabricante, siguiendo ficha técnica y condiciones de temperatura y humedad óptimas.
4. No respetar los tiempos de secado o curado
La prisa es mala consejera. Muchos errores vienen de acelerar el proceso y pisar o exponer la superficie demasiado pronto. Esto puede provocar defectos irreversibles.
Solución: En todos nuestros proyectos respetamos escrupulosamente los tiempos de curado entre capas y la puesta en servicio final. Lo barato, si se hace deprisa, acaba saliendo caro.
5. No realizar mantenimiento preventivo
Una cubierta impermeabilizada no es “para toda la vida”. La falta de revisiones periódicas, limpieza de canaletas o reparación de pequeños daños puede terminar arruinando todo el sistema.
Solución: Ofrecemos a nuestros clientes contratos de mantenimiento anual o revisiones programadas, especialmente tras temporales o fuertes lluvias.
Conclusión
Impermeabilizar una nave industrial requiere experiencia, conocimiento técnico y rigor en la ejecución. En Pinturas Herrera Industrial llevamos décadas resolviendo problemas de filtraciones y protegiendo estructuras en toda España.
Si necesitas una impermeabilización duradera, garantizada y libre de errores, ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte a evitar problemas antes de que aparezcan.